martes, 14 de diciembre de 2010

IO SATURNALIA: VIVIR Y DEJAR VIVIR


Una de las representaciones de las Saturnales más interesantes, desde el punto de vista iconográfico, que nos han llegado de la antigüedad, se encuentra en el calendario de Furio Dionisio Filocalo (del año 336 d.C.). Filocalo era el calígrafo del papa Dámaso I (37 papa de la iglesia católica) y, aunque cristiano, recoge en él innumerables fiestas paganas, como la que ahora se inicia.

El documento contiene la Depositio Martyrum romana y la Depositio Episcoporum romana, es decir, sendos catálogos de los mártires y papas venerados en Roma a mediados del siglo IV. En la cabecera de la lista de los mártires figura una indicación interesante: VIII Kal. lan.: Natus Christus in Betleem Iudae, hasta ahora la primera noticia existente sobre la fiesta de navidad el 25 de diciembre.

La representación iconográfica nos muestra, entre otros motivos, una mesa de juego con un cubilete (fritilus o también turricula, según Marcial), despojado de sus dados que yacen sobre la mesa, una vez echada su suerte. El personaje principal es un esclavo que parece disponerse a iniciar la jugada (¿con el amo?). Téngase presente la inversión de los roles sociales en éstos días: ricos y pobres cambiaban sus papeles. Cuando las leyes contra el lujo prohibían de ordinario éste tipo de juegos, en la sociedad romana estaba permitido durante los días de Saturnales  jugar a los dados, aunando así en una misma actividad lúdica a esclavos y hombres libres.
 
También entre los romanos estaba permitido gastar en comidas una cantidad mayor que en los días corrientes. Un detalle interesante, símbolo de los rescursos alimentarios de éstos días lo representa ese "manojo" de aves cazadas esperando ser cocinadas, que pende de un clavo de la pared de la estancia en la que se desarrolla la escena.

La iglesia hizo un avance en la cristianización de ésta festividad pagana tan popular, prueba de ello la tenemos en el primer texto conocido que une o relaciona el nacimiento de Cristo y el del sol, y lo hallamos en Cipriano, "De pasch. Comp"., xix, "O quam præclare providentia ut illo die quo natus est Sol… nasceretur Christus", es decir: ¡Oh, qué maravillosamente actuó la Providencia, que en el día en el que nació el Sol… Cristo debía nacer". 

Queridos amigos, éste es nuestro antiguo deseo de saturnalia, realmente muy apropiado para los tiempos que corren: VIVIR Y DEJAR VIVIR, y en ello encontrar la felicidad.

IO SATURNALIA

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