martes, 31 de enero de 2012

COCINAS CON HISTORIA



Ca n'Amat, Viladecans (Barcelona). Foto Josep Cortés.


CONVIVIUM EN LA VILA DE GAVANO

lunes, 30 de enero de 2012

COMERSE LA HISTORIA

La Vanguardia. Vivir. Lunes, 30 de Enero de 2012.
Artículo de  Raúl Montilla Corral 

domingo, 29 de enero de 2012

EL CALÇOT: UN FELIZ ENCUENTRO ENTRE UNA CEBOLLA BLANCA Y UN "PAYÉS" QUE LA CALZÓ


Hace un par de veranos los diarios se hacían eco del descubrimiento de un fresco romano en la ciudad húngara de Brigetio, publicado por el arqueólogo László Borhy, y en el que podía verse a un personaje deleitándose con una bandeja de porrus capitatus que mojaba en una salsa. 


Retomando aquella imagen que bien podría representar uno de los precedentes en la manera de consumir nuestros contemporáneos calçots, nos gustaría en éste post,  hablar un poco de éste cultivo relativamente moderno que tan popular se ha hecho en éstas tierras mediterráneas, y muy especialmente en la zona de Valls y en general de la comarca de l'Alt Camp.

En el I Congrès de la Cuina del Calçot celebrado en Valls, capital de la comarca de l'Alt Camp, el año 1998, se definía con precisión la especie que nos ocupa: los calçots son los hijos de una cebolla blanca y dulce que ha sido calzada, es decir, que se ha reforzado acercándosele tierra alrededor del tronco y del tallo. Con ésta definición parece que queda zanjado el asunto de qué se entiende por calçot en los círculos agrarios.

Sobre el hecho del origen de su cultivo, aunque no somos expertos en absoluto, hemos de fiarnos de los datos publicados: un campesino de Valls, conocido como el Xat de Benaiges, probó, hacia 1898,   posiblemente de manera casual, los brotes de cebolla, y animado por su excelente gusto, dio inicio a su cultivo. 
Josep Maria en plena calçotada arqueológica en el poblado
 ibérico de la Penya del Moro (s. VI aC - IV aC)

Así empezó todo, pero fue otro personaje, Josep Maria Gatell, quien dio el definitivo marketing a su consumo, dudando en el bautismo del banquete cebollero, entre el nombre de ceballotada o el de calçotada, término que acabó triunfando. Ésta es, en parte, la historia.

El caso es que el calçot nunca ha de comerse en solitario, y aunque ofrece preparaciones gastronómicas de toda índole (son deliciosos rebozados o en tortilla), siempre nos decantamos por su consumo a la brasa, acompañados de esa poderosa salsa de color mediterráneo que lleva por nombre rotundo: "romesco", o con más precisión "salsa de calçots". Pero aquí acabamos hoy, otro día colgaremos la receta de tan colosal amalgama culinaria, y prometemos una especial, la de la señora Rita. Continuará...

miércoles, 25 de enero de 2012

LES GRÂCES INCOMPARABLES. NUEVO ESPECTÁCULO DE LA COMPAÑÍA KUANUM!

Del 12 al 22 de abril de 2012, y en el teatro madrileño "La Espada de Madera" os invitamos a disfrutar del nuevo espectáculo de KuanUm!: "Les Grâces incomparables", de François Couperin y Javier Alonso. 


Dirección: Javier Alonso Lebrero - Compañía KuanUm!
Intérpretes: Marta Huélamo -clave-

Rafael Núñez -actor-


C./Calvario, número 21. Madrid.


Del 12 al 22 de abril de 2012
LES GRÂCES INCOMPARABLES 
De François Couperin y Javier Alonso
Dirección Javier Alonso Lebrero - Compañía KuanU


El Teatro se transforma en un Salón de Música.

A través de la música del compositor François Couperin y de la evocación de su figura,  se ofrece al espectador la oportunidad de participar del  sutil  mundo estético y sentimental de la corte parisina de comienzos del XVIII.

Dos planos aparentemente diferenciados en tiempo y espacio,  se revelan vinculados íntimamente: la interpretación al clave de una serie de piezas contenidas en los “Livres de pièces de clavecin” y de modo paralelo, la descripción de una historia de sentimientos, una confesión vital,  la fantasía y los anhelos del compositor expresados a través de una carta.

CONTIGO PAN, CEBOLLA Y ARTE: LA PASIÓN DE LOS CLARK

Desde luego que el matrimonio Clark fue un apasionado de los valientes pintores impresionistas, pero hoy aquí no sólo queremos hacer referencia a su magnífica colección que éstos días puede contemplarse en Barcelona, y que exhibe las extraordinarias pinturas de Renoir, sino también de sus miradas de amor y su complicidad de amor y arte. Entre todos los cuadros de su gran colección destacamos en nuestro bloc esas soberbias cebollas, de pincelada fluida y carácter informal, pero cuidadosamente estructurada, que Renoir pintara en el año 1881 y que Sterling Clark estimaba como su obra favorita. 


La exposición que tuvimos la suerte de visitar el pasado domingo en el Caixa Forum de Barcelona, presenta un conjunto excepcional de pintura francesa del siglo XIX y comienzos del XX, procedente de la colección de Sterling y Francine Clark.


Sterling Clark reunió la mayor parte de su colección en París, en los primeros años de la década del siglo XX, por el placer de estar rodeado de las grandes creaciones de su tiempo. Concibió su colección a escala doméstica: las obras formaban parte del entorno cotidiano y se distribuían por la casa siguiendo las preferencias del coleccionista, que combinaba piezas de diferentes periodos y estilos. Clark buscaba la continuidad entre las creaciones del pasado y del presente, desde una perspectiva que hoy podemos sentir como muy cercana, y en ésta concepción fue a menudo orientado por su esposa Francine, quien tuvo un importante peso específico en su compra.
Las obras que adquirió, principalmente de la primera etapa del impresionismo, convivían con los antiguos maestros y también con la pintura inmediatamente anterior, sin rupturas. En la muestra, encontramos a los pintores realistas de la escuela de Barbizon –Corot, Millet, Rousseau– junto con los grandes maestros del impresionismo: Sisley, Pissarro, Manet, Monet, Degas y, sobre todo, Renoir, que fue el primer impresionista de la colección Clark.
Sterling Clark convirtió su pasión personal en un patrimonio colectivo y en 1955, junto con su inseparable Francine, creó su propio museo y centro de investigación en Williamstown, en el estado de Massachusetts (actualmente, uno de los más punteros del mundo). La exposición revive el esplendor del novecientos –cuando París era la capital de la pintura– y nos acerca a algunos de sus artistas más destacados, como Renoir, que tiene una presencia muy importante en la colección Clark y en esta exposición.


martes, 24 de enero de 2012

lunes, 16 de enero de 2012

DE MARIONETA A DULCE DE AVELLANA Y CHOCOLATE: LA NUTELLA O PASTA GIANDUJA ¿SIEMPRE ES IGUAL?


En la encimera de nuestra cocina, reina solemne un gran bote de Nutella de 5 kg de peso que hace las delicias de los jóvenes KuanUm! Su vista, y el próximo destino que le espera: reconversión en hucha familiar para viaje al Piamonte, nos ha empujado a recordar un poco las cosas que sabíamos sobre éste dulce tan especial.

Gianduja (el actor Giovanni Toselli)
hablando con Gianduja. De Rutas de Polichinela,
cuaderno de viaje de Toi Rumbau.
Todo empieza en una marioneta italiana, lo explicamos...

 Il Gianduja es un personaje de marioneta y carnaval que representa al piamontés arquetípico, es decir, el habitante hombre de esta región italiana en la que son comunes los dulces de avellana. Aquí debió nacer la conocida pasta gianduja, que andando el tiempo se convertiría en la famosa crema de avellanas con chocolate que el señor Pietro Ferrero lanzó al mercado desde su famosa empresa, en el año 1963.

Aparte de ésta famosa desviación de la receta original, los confiteros modernos aplican el nombre de pasta gianduja  a cualquier combinación de frutos secos, chocolate y azúcar; por ejemplo: almendra, chocolate negro y azúcar, o nuez, chocolate con leche y azúcar.
Nutella, ¿traspaso divino a los golosos?
Aunque es muy probable que su nacimiento sea anterior, se dice que la gianduja nació en el Piamonte en 1806. Su creación se atribuye a los pasteleros turineses que sustituyeron parte del cacao por la más barata pasta de avellana de Langhe. Éste hecho parece haber sido provocado por el bloqueo económico ordenado por Napoleón a los productos de manufactura británica, bloqueo que permaneció en vigor hasta 1813, y que durante todo ese tiempo había provocado una gran escasez de cacao en Cerdeña y Córcega.

Imagen de thethreetomatoes.com
El chocolatier Michele Prochet, en colaboración con Caffarel, perfeccionó la receta en 1852, tostando las avellanas y moliéndolas. Según la leyenda, con un «golpe de cuchara» dado sabiamente a esta suave pasta nació el gianduiotto (o giandujot) con su forma típica, que sería presentado como el primer bombón relleno con ocasión del carnaval de 1865.