lunes, 9 de marzo de 2009

OH TEMPURA, OH MORES!

Hoy se ha publicado en "La Vanguardia" un interesante artículo de Magí Camps, en la sección Letra pequeña titulado "Oh tempura, oh makis" que no podemos dejar de transcribiros:

"Uno de los momentos que un lector de Astérix espera con mayor deleite es el del hundimiento del barco pirata. Buenos conocedores del género, Goscinny y Uderzo se las ingeniaron para que en cada álbum la repetición del episodio provocara la sonrisa del lector, incluso antes de leer y observar los detalles de cada naufragio. Entre los personajes con frase, dos fijos: el vigía negro y el viejo pirata con pata de palo. El primero con su supuesto acento africano y el segundo con su latinajo pertinente: "O tempora, o mores", por ejemplo, citando al mismísimo Cicerón. El filósofo romano incluía estas palabras -oh tiempo, oh costumbres- en sus ataques contra el conspirador Catilina. Hoy las cuatro catilinarias son consideradas modelo de oratoria.

Imagen de http://blogs.ya.com/criticarestaurante/files/tempura.jpg



Plural de tempus, y ya con su tilde, la palabra témpora ha llegado hasta el castellano actual con el sentido de "tiempo de ayuno en el comienzo de cada una de las cuatro estaciones del año". Como la actual cuaresma. Ahora de Japón nos llega la tempura, ese rebozado suave con el que se elaboran verduras y crustáceos. En más de una ocasión, y ante el desconocimiento de su significado -pues es palabra que aún no ha entrado en el diccionario-, alguno ha confundido la tempura con las témporas, en una reedición de la expresión algo menos fina de "confundir el culo con las témporas", también sinónima de confundir la gimnasia con la magnesia o la velocidad con el tocino. Lo que sí es cierto es que las témporas occidentales y la tempura oriental no están tan alejadas, si nos atenemos a las explicaciones del profesor taiwanés Bai Fangji, de la Universidad Tamkang: "En taiwanés, al pan se le llama pan, siguiendo al japonés, y también hay palabras como la transliteración de la tempura, fritura japonesa de mariscos y vegetales ligada a la costumbre cristiana de no tomar carne en las témporas, e introducida por misioneros ibéricos en Nagasaki". La crónica de Efe refiere los contactos con Japón de mercaderes y religiosos, entre ellos san Francisco Javier, en los siglos XVI y XVII. Así, la palabra latina que aquellos llevaron a las tierras del Sol Naciente ha tomado billete de vuelta. El día en que la tempura entre en el diccionario, la etimología deberá señalar su periplo del latín al castellano, de este al japonés y del japonés otra vez al castellano. De aquellas témporas, estas tempuras."

jueves, 5 de marzo de 2009

JAVIER CORTES, IN MEMORIAM

Acabando de redactar nuestra participación en el proyecto de dinamización de la villa de la Olmeda de éste año 2009, recién cumplidos los 40 años de su descubrimiento, recibimos, con mucha tristeza, la noticia de la muerte de Javier Cortes, descubridor y entusiasta mecenas, que consiguió que un yacimiento arqueológico tan singular como éste se conservara, documentara y estudiara para al fin poderse dar a conocer en un nuevo equipamiento recién estrenado.

Reproducimos aquí el cariñoso artículo a él dedicado por Peridis en El País:
Javier Cortes, el alcalde que descubrió un tesoro romano
Gracias a él vio la luz la villa de La Olmeda en Saldaña
JOSÉ MARÍA PÉREZ - PERIDIS - EL PAÍS, 05/03/2009
"Recuerdo el día y la hora. Fue el 5 de julio de 1968, a las siete y cuarto de la tarde. Después del trabajo, estábamos Avelino Palacios, que falleció hace tiempo, y yo rebajando un terreno para ponerlo en regadío y apareció un bloque de piedra que resultó ser parte de un muro; bajamos con una azadilla por uno de los lados de ese bloque y a medio metro de profundidad encontramos algo que parecía una piedra. En un primer momento no sabíamos qué era porque estaba ennegrecida, pero Avelino se fijó en unas rayitas y en unos dibujos en forma de arco. Al día siguiente, por la mañana, volvimos con un cuchillo para raspar la supuesta piedra y descubrimos un mosaico".
Así narraba Javier Cortes, que murió el 3 de marzo, a los 79 años, y que por entonces era alcalde de Saldaña (Palencia), el feliz descubrimiento de la villa romana de La Olmeda, a la Revista Carrión en una reciente entrevista.

Aquel hallazgo fortuito cambió drásticamente la vida de Javier, porque a partir de aquel momento dedicaría todos sus desvelos, y buena parte de sus bienes, a excavar el yacimiento que acababa de descubrir. Como primera providencia dio conocimiento del hallazgo a las autoridades y contactó con el catedrático de Arqueología de la Universidad de Valladolid Pedro Palol, para que dirigiera las excavaciones, cosa que hizo durante 20 años, hasta que José Antonio Abásolo se hizo cargo de las mismas.En 1980 cedió gratuitamente la finca de La Olmeda con todo el yacimiento arqueológico a la Diputación de Palencia. Después rehabilitó la iglesia de San Pedro de Saldaña, convirtiéndola en el museo para mostrar al público las piezas que iban apareciendo en las excavaciones. Para entonces ya se habían rescatado los 175 metros del mosaico de Aquiles, una de las piezas romanas más grandes que existen en el mundo.

Para dar una idea de la importancia del yacimiento arqueológico, declarado Bien de Interés Cultural en 1996, señalaremos que de los 3.000 metros de superficie que tiene la villa, 1.140 metros están ocupados por mosaicos excelentemente conservados. Pronto se convirtió en uno de los lugares más visitados de la provincia de Palencia y era muy frecuente encontrarse a un guía afable y educado explicando la villa a los turistas, que la mayor parte de las veces terminaban la visita sin saber que aquel hombre de una modestia exquisita y una sencillez extremada era ni más ni menos que el descubridor de aquellos tesoros arqueológicos y el alma de su recuperación.

Javier Cortes era un ser extraordinario y la bonhomía personificada. Los que tuvimos el privilegio de conocerle de cerca y de que nos contara entre sus amigos, y hemos podido disfrutar de su bondad y generosidad ilimitadas, de su refinada cultura y caballerosidad, de su apego a la tierra y a la familia, de su curiosidad insaciable, de sus modales distinguidos y de su generosa hospitalidad, le recordaremos caminando en zapatillas junto a los mosaicos de su villa romana de La Olmeda y le deseamos que descanse para siempre a la sombra de Aquiles y que la tierra le sea leve.
Había nacido el 6 de diciembre de 1929 en Santander y era hijo del diputado conservador Ricardo Cortes Villasana y primo de Fernando Álvarez de Miranda, presidente del Congreso de los Diputados entre 1977 y 1979. Javier Cortes, que publicó numerosos libros y artículos sobre la villa romana de La Olmeda, era Académico de la Institución Tello Téllez de Meneses, medalla de oro de la provincia de Palencia e hijo predilecto de Saldaña".

De la mano de Caronte, ya habrá cruzado la laguna Estigia, para llegar a ese lugar en el que conocerá, sin duda, a todos aquellos que la habitaron desde el siglo I antes de nuestra era.

Para él, nuestra admiración, respeto y recuerdo, y que la tierra le sea ligera.

IAVIER
S·T·T·L

TIEMPOS REVUELTOS

"Nunca dudes que un grupo pequeño de ciudadanos comprometidos puedan ser capaces de cambiar al mundo, de hecho, ha sido lo único que lo ha cambiado". Margaret Mead

Foto: Wikipedia

martes, 3 de marzo de 2009

CAMINAR ENTRE LOS IBEROS...

La Ciutadella ibèrica de Calafell es un lugar en el que el visitante puede autotransportarse de manera sencilla al tiempo en que su espacio vital estaba ocupado por una comunidad de la Edad del Hierro de hace 2.500 anys. Es, por otro lado, el primer yacimiento arqueológico de la Península Ibérica objeto de una reconstrucción mediante la arqueología experimental. En el mes de Septiembre pasado, y tras un tiempo de reformas, el lugar volvió a abrirse al público, con gran éxito de participación. En aquel momento KuanUm! estuvo presente ofreciendo durante toda una jornada diversos talleres que ayudaron a conocer el día a día de sus habitantes del pasado.

La Ciutadella forma parte, desde el año 2007, de la red europea EXARC (European Exchange on Archaeological Research and Communication) que agrupa yacimientos arqueológicos y equipamientos que comparten la misma filosofía de intervención, así como los modelos propios de la museografía didáctica y de la arqueología experimental.

Si quieres hacer una visita virtual puedes acercarte a ésta dirección: http://www.ciutadellaiberica.com/index.php?idioma=Cat

Fotografias: Blog de la ciutadella: http://ciutadellaiberica.blogspot.com/
y revista "Descobrir Catalunya"



Todo el sabor del Imperio Romano en A Coruña-La Voz de Galicia


En honor de tres brigantinas de más de 1.600 años ...



En honor de los coruñeses de la época romana

La exposición “Rostros Brigantium”, que hoy se clausura en el mirador del monte de San Pedro, incluyó ayer la recreación de los ritos funerarios romanos, con los que se rindió homenaje a los primeros pobladores de A Coruña, que constituyen el motivo central de la muestra. Los asistentes degustaron diferentes alimentos preparados al estilo de la época y participaron en el banquete de homenaje al difunto, que se ajustó a las costumbres que eran habituales durante los siglos IV y V.
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“ROSTROS BRIGANTIUM” CLAUSURA DE LA EXPOSICIÓN

Ritos romanos en honor a las coruñesas más antiguas

REPORTAJE DE CAROLINA REGUEIRA
Como broche de oro a la exposición “Rostros brigantium” que se clausura hoy en el monte de San Pedro, una familia de otro tiempo invita a los coruñeses a conocer un poco más de cómo se vivía, o más bien, moría, en la Brigantium de los siglos IV y V. El mirador del monte de San Pedro se convirtió ayer en una especie de máquina del tiempo y consiguió que todas las personas que acudieron a ver la exposición “Rostros brigantium” se encontrasen de repente en la A Coruña romana. Los culpables de este fenómeno fue la agrupación catalana “KuanUm!” que recrearon los ritos funerarios de la época y las costumbres culinarias. El motivo de que esta familia se desplazara a Brigantium se debe a la clausura de la muestra que finaliza hoy con otros dos pases, uno a las once de la mañana y otro a la una de la tarde, después de que unas 7.000 personas la hayan visto.
El viaje en el tiempo comenzó con las presentaciones y el reparto de unas gotas de agua de rosas entre los invitados para darles la bienvenida a su hogar. “El perfume por excelencia del mundo romano”, explicaba el padre de familia. Gracias al olor, el público, que empezó la visita frío, comenzó a integrarse en el ambiente de la época y, poco a poco, gracias al resto de elementos que tuvieron que ir sujetando -pan y vino para el banquete y rosas en honor al difunto-, se fueron dejando llevar por esta familia romana que los guiaba entre los siglos IV y V -en los que se cree que vivieron los cuerpos de la muestra-.

Llegó el momento de hacer la “lemuria” un rito con el que se intenta espantar a los lemures y larvas -personajes del inframundo- , pero para ello es necesario un “pater familias” y se eligió uno de entre el público. El voluntario fue vestido con una toga blanca, el color del luto, de gran tamaño -algo más que una sábana- aunque el guía aclaró que esta pieza se correspondía con la época republicana, ya que las del Imperio Romano eran el doble de largas y anchas. Ya vestido para la ocasión, el padre realizó un conjuro con habas negras y tras él se procedió a la “caristia”, una especie de banquete ceremonial.

Fue entonces cuando realmente los participantes se trasladaron 1.600 años atrás gracias a los olores, sabores y hasta ruidos propios de una cocina romana. Y es que fueron ellos mismos los que con morteros realizaron una receta antigua de sales condimentadas que se pudieron llevar para casa y a las que se le atribuían propiedades medicinales, especialmente digestivas.
Ya en la mesa -en la que se reservaba un espacio para los fallecidos- no había grandes manjares pero sí todo tipo de salsas romanas: “moretum” con ajo y apio, semilla de amapola con miel, etc. Entre las bebidas: vino, cerveza o “cerea”, "aqua mulsa inveterata", el famoso hidromiel de Astérix y Obélix y el “mustum” sin alcohol para los niños. Todo un viaje a través de los sentidos por la historia romana.