jueves, 5 de marzo de 2009

JAVIER CORTES, IN MEMORIAM

Acabando de redactar nuestra participación en el proyecto de dinamización de la villa de la Olmeda de éste año 2009, recién cumplidos los 40 años de su descubrimiento, recibimos, con mucha tristeza, la noticia de la muerte de Javier Cortes, descubridor y entusiasta mecenas, que consiguió que un yacimiento arqueológico tan singular como éste se conservara, documentara y estudiara para al fin poderse dar a conocer en un nuevo equipamiento recién estrenado.

Reproducimos aquí el cariñoso artículo a él dedicado por Peridis en El País:
Javier Cortes, el alcalde que descubrió un tesoro romano
Gracias a él vio la luz la villa de La Olmeda en Saldaña
JOSÉ MARÍA PÉREZ - PERIDIS - EL PAÍS, 05/03/2009
"Recuerdo el día y la hora. Fue el 5 de julio de 1968, a las siete y cuarto de la tarde. Después del trabajo, estábamos Avelino Palacios, que falleció hace tiempo, y yo rebajando un terreno para ponerlo en regadío y apareció un bloque de piedra que resultó ser parte de un muro; bajamos con una azadilla por uno de los lados de ese bloque y a medio metro de profundidad encontramos algo que parecía una piedra. En un primer momento no sabíamos qué era porque estaba ennegrecida, pero Avelino se fijó en unas rayitas y en unos dibujos en forma de arco. Al día siguiente, por la mañana, volvimos con un cuchillo para raspar la supuesta piedra y descubrimos un mosaico".
Así narraba Javier Cortes, que murió el 3 de marzo, a los 79 años, y que por entonces era alcalde de Saldaña (Palencia), el feliz descubrimiento de la villa romana de La Olmeda, a la Revista Carrión en una reciente entrevista.

Aquel hallazgo fortuito cambió drásticamente la vida de Javier, porque a partir de aquel momento dedicaría todos sus desvelos, y buena parte de sus bienes, a excavar el yacimiento que acababa de descubrir. Como primera providencia dio conocimiento del hallazgo a las autoridades y contactó con el catedrático de Arqueología de la Universidad de Valladolid Pedro Palol, para que dirigiera las excavaciones, cosa que hizo durante 20 años, hasta que José Antonio Abásolo se hizo cargo de las mismas.En 1980 cedió gratuitamente la finca de La Olmeda con todo el yacimiento arqueológico a la Diputación de Palencia. Después rehabilitó la iglesia de San Pedro de Saldaña, convirtiéndola en el museo para mostrar al público las piezas que iban apareciendo en las excavaciones. Para entonces ya se habían rescatado los 175 metros del mosaico de Aquiles, una de las piezas romanas más grandes que existen en el mundo.

Para dar una idea de la importancia del yacimiento arqueológico, declarado Bien de Interés Cultural en 1996, señalaremos que de los 3.000 metros de superficie que tiene la villa, 1.140 metros están ocupados por mosaicos excelentemente conservados. Pronto se convirtió en uno de los lugares más visitados de la provincia de Palencia y era muy frecuente encontrarse a un guía afable y educado explicando la villa a los turistas, que la mayor parte de las veces terminaban la visita sin saber que aquel hombre de una modestia exquisita y una sencillez extremada era ni más ni menos que el descubridor de aquellos tesoros arqueológicos y el alma de su recuperación.

Javier Cortes era un ser extraordinario y la bonhomía personificada. Los que tuvimos el privilegio de conocerle de cerca y de que nos contara entre sus amigos, y hemos podido disfrutar de su bondad y generosidad ilimitadas, de su refinada cultura y caballerosidad, de su apego a la tierra y a la familia, de su curiosidad insaciable, de sus modales distinguidos y de su generosa hospitalidad, le recordaremos caminando en zapatillas junto a los mosaicos de su villa romana de La Olmeda y le deseamos que descanse para siempre a la sombra de Aquiles y que la tierra le sea leve.
Había nacido el 6 de diciembre de 1929 en Santander y era hijo del diputado conservador Ricardo Cortes Villasana y primo de Fernando Álvarez de Miranda, presidente del Congreso de los Diputados entre 1977 y 1979. Javier Cortes, que publicó numerosos libros y artículos sobre la villa romana de La Olmeda, era Académico de la Institución Tello Téllez de Meneses, medalla de oro de la provincia de Palencia e hijo predilecto de Saldaña".

De la mano de Caronte, ya habrá cruzado la laguna Estigia, para llegar a ese lugar en el que conocerá, sin duda, a todos aquellos que la habitaron desde el siglo I antes de nuestra era.

Para él, nuestra admiración, respeto y recuerdo, y que la tierra le sea ligera.

IAVIER
S·T·T·L

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