sábado, 20 de diciembre de 2008

COMERCIO DE COMESTIBLES: UN COMERCIO QUE NO LLAMA LA ATENCIÓN. El pecio de Pabuç Burnu, siglo VI aC

El pasado mes de octubre se ha publicado el número 4 del volumen 112 de American Journal of Archaeology. De este número nos gustaría destacar el artículo de GREENE, E.S.; LAWALL, M.L.; POLZER, M.E. (2008) "Inconspicuous Consumption: The Sixth-Century B.C.E. Shipwreck at Pabuç Burnu, Turkey" (pp. 685-711).

En la imagen, zona de localización del pecio

En él se hace un repaso-resumen a los resultados de las excavaciones de una nave hundida en el segundo cuarto del siglo VI aC, al sudeste de Halikarnassos. Se trata de una embarcación de cabotaje no demasiado grande; aproximadamente de entre 17-18 metros de largo (y menos de 10 toneladas de peso).

Éste mercante, nos ofrece una muestra de cómo eran los barcos con los que se practicaba el comercio en época griega arcaica. A bordo, se hallaron entre 250 y 275 ánforas originarias del Este del Egeo. Ello, junto a los restos de uva y aceitunas, confirmarían el carácter de comercio agrícola de la carga. Las ánforas eran probablemente de fabricación rodia. Algunas procederían del sur de la Jonia, otras de Klazomenes y se ha detectado un fragmento de ánfora de Lesbos. Un aspecto interesante consiste en la gran variedad de la capacidad de las mismas (mayor a un 30% de variabilidad entre los tipos), lo que indicaría una fase incipiente de estandarización de los recipientes. Han aparecido, asimismo, fragmentos de cerámica procedentes de toda la región focea.
La carga incluía, lo que parecen cuatro morteros, que los autores consideran como una posible medida de capacidad para áridos. Lo mismo sucedería para líquidos con otras cuatro jarras halladas.


El hallazgo posibilita la tesis de estar dirigido a un comercio secundario por toda la costa turca e islas próximas. La conclusión de los autores es la existencia de una circulación mercantil de productos agrícolas , a la vez aque nos muestra una práctica de navegación de cabotaje, enmarcada en una estructura que no es ni el comercio de objetos de lujo -cantado por los poetas de los tiempos heróicos-, ni tiene que ver con la brillantez de los mercados más evolucionados de época clásica.
En definitiva, los autores proponen un modelo basado en dos tipos de comercio: uno de intercambio de bienes de prestigio, para afianzar vínculos y alianzas, y otro de trueque de productos de primera necesidad, realizado a mucha menor escala. Éste modelo, que parece aceptable para el mundo griego oriental, pensamos que, sin duda, puede paralelizarse al extremo occidental del mundo mediterráneo.

Todas las fotografias son del Institute for Nautical Archaeology (http://ina.tamu.edu/pabucburnu/pb_publications.htm

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