martes, 16 de diciembre de 2008

IO SATURNALIA: ¡ALÉGRESE QUIEN RESPIRA A LA ROSADA LUZ DEL DÍA!

Porque la Navidad, los días del Sol, son un renacer a nuestras emociones, porque nos sentimos felices de ver cada día un gran astro luminoso que nos renueva, porque queremos seguir comunicándonos con los amigos durante todo un año más a través de éste bloc de libre expresión, que nos dure muchos años (sobre todo, la expresión libre).

Como felicitación de éstas Saturnales os ofrecemos tres regalos, como los Magos de Oriente:



ORO: los versos de Johann Christoph Friedrich Schiller:
"Alégrese quien respira
a la rosada luz del día"

Schiller, pintura de
Ludovike Simanowiz, 1793


INCIENSO, como el humo que desprende la bruma del telúrico amanecer, en la montaña mágica de Montserrat...

MIRRA: el aroma y la pasión del amor, y el respeto individual que merece, simbolizado para la ocasión por las hojas del ginkgo enganchadas en el poema de Goethe del mismo nombre.

El Ginkgo biloba es un árbol de presencia muy antigua, un verdadero fósil vegetal. “El superviviente cabello de venus” de Hiroshima, es un ejemplar que logró soportar la gran bola de fuego a solo 1 kilómetro de la explosión. Este Ginkgo se encontraba en uno de los jardines de un templo budista de la ciudad. Se le dió por muerto, pero los brotes de la primavera de 1946, demostraron lo contrario, y la fortaleza de esta especie y de este ejemplar en particular, que se mantiene con vida en nuestros días, simbolizan así la esperanza. Actualmente, Hiroshima se ha convertido en un manifiesto viviente a la paz y este Ginkgo es un claro ejemplo de la lucha por la vida, contra la que no se debe atentar.



Ginkgo junto al templo budista de Hiroshima. Foto Annaku-Hi

Volviendo a Goethe, el poeta busca en sus versos, la analogía entre la hoja del árbol y la unión de dos que se aman. La unión a la que alude no es la limitada absorción del uno por el otro, sino la permanencia de los dos, dos personas diferentes, con sus propias individualidades, aunque el amor los funda en sólo uno. Los afortunados que amamos, sabemos que la verdadera unidad en la pareja, exige la diferencia de los dos seres que se aman, por muy difícil que resulte a veces. El amor del poeta por Marianne von Willemer (Suleika), es uno y doble.

El árbol que fue la fuente de su inspiración lírica en 1815, creció en Heidelberg, Alemania. Nuestro regalo que simboliza la mirra, es además de ésta serena reflexión sobre el amor y el respeto a la individualidad, la reproducción del manuscrito original del poema que, publicado por su autor en la obra 'West-östlichen Divan' (libro Suleika) de 1819, fue titulado 'Ginkgo biloba'. El original se conserva en el Museo Goethe, Düsseldorf (Alemania), mide 21,4 x 32,7 cm, y las hojas de ginkgo que lo rubrican, fueron pegadas a él por el mismo poeta. Por cierto, que hemos superpuesto una traducción libre del alemán.

¡Ah!, y si conseguís una hoja de ginkgo, guardarla dentro de vuestro libro de lectura, pues lo protegerá de los Lepisma sacharina, aquellos bichejos terror de bibliotecas y archivos. Es rigurosamente cierto...

IO SATVRNALIA
(AVE SOLI INVICTVS)
Gratias maximas vobis

2 comentarios:

  1. Os deseo una arqueológica Navidad que nos remita a su verdadero origen y un buen año 2009 lleno de buenos augurios para vuestros proyectos personales. Un abrazo.

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