miércoles, 4 de octubre de 2023

GALLETAS SHAYT: UNA DULCE RECETA DESDE EL ANTIGUO EGIPTO

Aunque no abundan las representaciones de repostería en la iconografía egipcia, sí se puede encontrar un preparado singular: las famosas galletas shayt .

En la tumba tebana del visir Rekhmire, que se remonta al reinado de Amenofis II (1450/1425 a.C. hasta 1420/1400 a.C., dinastía XVIII), se pueden observar los diversos pasos en su elaboración.

La base de estas galletas son los rizomas de chufa (Cyperus esculentus), llamada ouah en Egipto, y que hoy forman parte de nuestra deliciosa "horchata de chufas".

Si quieres introducirte en los gustos faraónicos, prueba a hacer en tu cocina estas galletas. Aquí tienes la receta actualizada a nuestros fogones actuales:

Ingredientes:

1.     150 gramos de harina de chufas

2.     Una pizca de sal

3.     50 gramos de dátiles de buena calidad, a los que hay que retirar previamente la semilla o hueso interior

4.     1 vaso grande de agua

5.     50 gramos de miel

6.     Aceite de oliva suave para la fritura (puedes añadir un poco a la masa para facilitar su preparación).

 

Cómo se hacen:

1.     Mezcla la harina de chufas con el agua hasta conseguir una pasta que se pueda trabajar con firmeza.

2.     Retira los huesos de los dátiles y pica la pulpa muy finamente en una tabla de cocina con un buen cuchillo.

3.     Aparta a un bol, y allí amasa la pulpa de los dátiles junto con la miel, añadiéndola poco a poco hasta conseguir una textura similar a la de una confitura.  

4.     En el mismo bol, mezcla la harina de chufas con esta pasta de dátiles y miel, añadiéndole un poco de agua y unas gotas de aceite. Procura que la masa esté perfectamente amalgamada con todos los ingredientes y tenga la humedad correcta, de tal manera que al final quede jugosa por dentro y tersa al exterior.

5.     Ha llegado el punto del modelado: se han de realizar pequeñas formas triangulares que no superen los 50 gramos de peso ni 1 cm de altura.

6.     Dispón en una sartén o en una freidora, abundante aceite de oliva de sabor suave,  bien caliente, y procede a la fritura, hasta que queden consistentes. Busca el punto justo:  ni secas ni quemadas: ¡como le gustan al visir!

7.     Enfría y sirve con una cerveza, o si prefieres el sabor dulce, con una horchata de chufas muy fresca, o incluso con un vino blanco afrutado.

Fuente:  Papiro Ebers. 

Bardinet, Therry (1995) Les papyrus médicaux de l’Egypte pharaonique. Paris: pág. 269-271