¿Qué es la pega o la pez? Pues ni más ni menos que una sustancia negra, pegajosa, olorosa, sobretodo al calor, y muy viscosa, que se obtiene por destilación del alquitrán vegetal procedente de especies arbóreas como el pino negro.
De acuerdo con el Diccionari Català-Valencià-Balear de F. de B. Moll, la clase de pega más corriente, o pega por antonomasia, es la pega negra, que se emplea para embetunar las piezas de las naves en construcción y preservarlas del sol y de la humedad. A éste oficio se dedican los calafateadores. También los pastores la usaban para marcar su ganado, pero a nosotros el destino que más nos interesa es el de fines alimentarios: los boteros la hacen servir para tapar los cortes o o agujerillos que puedan tener las botas, por ejemplo.
La pega que usan los boteros, tal como sale de la destilación, se llama pega seca; poniéndole un poco de aceite y calentándola se hace pega de hilos, que es un poco más elástica y sirve para unir los hilos y las puntas; si se le añade aún más aceite, se hace la pega grasa, con la cual se pintan interiormente las botas de cuero.
Otros tipos de pega son la pega negra, o pega reina, exactamente la colofonia, la pega de zapatero, mezcla de pega negra y cera con que los zapateros hacían antiguamente el cerote. También existe la pega blanca: resina del abeto, y aunque nada tiene que ver en su composición la gente acostumbra a confundir la pez con la pega dulce, o sea, el extracto de regaliz o rabazuz.
Es un hecho conocido que muchos recipientes cerámicos de época ibérica y romana presentan en su interior un recubrimiento de color oscuro, la pez. De ésta manera se conseguía la impermeabilización de un material tan sumamente poroso como es la cerámica. Columella o Plinio hablan del procedimiento de obtención y aplicación. Éste es el caso de las muestras que pueden verse en las siguientes imágenes. Son un par de ánforas provinentes del yacimiento de Les Sorres, en Viladecans, y se conservan entre los fondos del Museo de Ca n'Amat. Durante siglos se conservaron en el interior de un barco hundido frente a la costa, envueltas primero en agua, después en arena.
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Fondo y cuello de de dos ánforas calafateadas con pez procedentes del puerto romano de Les Sorres (Viladecans). Centro Ca n'Amat (Viladecans) Fotografías de KuanUm! y Josep Cortés |
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Detalle del recubrimiento
de pez del ánfora anterior |
Ésta masa pegajosa en extremo se hacía hervir antes de su aplicación, y en ebullición se adicionaba al recipiente a impermeabilizar, que se calentaba previamente. Y no sólo eso, y también sabemos que los romanos gustaban de añadir ésta sustancia en la creación de sus vinos, seguramente para variante de sabor .