Hace unos meses recibimos el mensaje que una mujer anónima dirigía a nuestro bloc. Se trataba de una intervención a la entrada
COMER COSAS RARAS: Comer arcilla I (
http://kuanum.blogspot.com/2008/02/comer-cosas-raras-comer-arcilla-i.html), en la que se nos decía lo siguiente:
"NO SOY UNA NIÑA Y ¡¡¡¡ME ENCANTA!!!! COMER LADRILLO, LO CAMBIO POR CUALQUIER MANJAR, POR SUPUESTO QUE NO TODOS SON IGUALES,CON EL TIEMPO A SIMPLE VISTA ME DOY CUENTA CUALES SON "COMESTIBLES" Y LOS QUE NO POR SU DUREZA Y SABOR. LOS QUE PRUEBAN ALGUNA VEZ SABEN QUE SON RIQUISIMOS, ALGUNOS SON TAN BLANDOS COMO UNA GALLETITA. TAMBIEN ME ENCANTA LA ARCILLA. EN MIS EMBARAZOS MORÍA POR COMER UNA CUCHARADA DE MEZCLA DE LAS OBRAS, PERO POR RAZONES OBVIAS Y POR MIS BEBÉS NO LO INTENTÉ, TAMBIEN ME ENCANTA LA TIERRA, EL OLOR A TIERRA RECIEN REGADA ES EXQUISITA. TAMBIEN HE PROBADO ALGUNA PIEDRA(NO TODAS)LAS DE ORIGEN VOLCANICAS QUE SON MAS BLANDAS Y ARENA SUPERFINA QUE ES CASI IMPALPABLE. NO ESTOY LOCA, SOLO TENGO UN GUSTO DIFERENTE A LO ESCRITO Y CULTURALMENTE ACEPTADO, HAY PAISES QUE COMEN INSECTOS Y OTRAS COSAS QUE NOSOTROS NO INGERIRÍAMOS NI POR CASUALIDAD. NO HE TENIDO NUNCA PROBLEMAS FISICOS, MI APARATO DIGESTIVO FUNCIONA MEJOR QUE EL DE CUALQUIERA, LO UNICO QUE ME HE QUEDADO SIN DIENTES, MOTIVO POR EL CUAL MI ODONTÓLOGO HACE UN TRABAJO DE MARAVILLAS Y MI BOCA ESTÁ PERFECTA. SI HAY OTRA PERSONA QUE SE ANIME A CONTAR ALGO PARECIDO, ME ENCANTARIA LEERLO PARA SABER SI HAY OTRO/A CO
MO YO".
Vaso de terra sigillata de Valladolid (Wikimedia Commons)
La verdad es que el comentario nos pareció muy interesante, ¡lástima que no se haya activado el debate que ella proponía!. Hoy vamos a intentar avivarlo con una confesión ,y es la de que uno de nosotros también prueba la cerámica.
En concreto, José María Solias, para clasificar la cerámica romana de tipo
terra sigillata, siempre la ha mordido y desmenuzado en la boca como un paso más en el proceso de clasificación de los fragmentos sin forma. La
terra sigillata fue un tipo de cerámica de lujo habitual en los últimos años de la República romana y los primeros siglos del Imperio. La característica principal es la de poseeer un engobe rojo brillante en toda su superficie y, en algunas de las formas, una decoración a molde en su parte exterior.
A los talleres iniciales itálicos, especialmente aretinos, pronto les surgieron imitadores en el sur de las Galias y en Hispania. Se trataba de productos muy parecidos y, a veces cuesta de distinguir la producción de una procedencia u otra, aunque cada una tuvo su evolución particular y muchos talleres locales.

El caso es que la terra sigillata itálica tiene "en boca" una textura arenosa y tierna -literalmente, se deshace-, mientras que la sudgálica es muy dura y con un corte vidrioso. Por su parte, la hispánica presenta una textura muy terrosa y, de alguna manera, granulosa. A éstas características táctiles (pues aunque sean en la boca no dejan de tener relación con el tacto más que con el gusto, recordemos que la lengua es una interesante superfície que reconoce también el tacto), hay que sumarles las visuales y, evidentemente, las de composición química, que son las que, actualmente, sirven para clasificar perfectamente estos fragmentos.
Terra sigillata de Arezzo (Italia) (Wikimedia Commons)
Y aparte de éstas notas de cata, lo que nos interesa subrayar es que tanto el gusto como
el tacto en boca al probar la cerámica, nos ofrecen muchas diferencias que no pueden ser detectadas por el simple acto de mirar y eso, sinceramente, nos parece digno de mención, ¿no creéis?. Otro día, más...